Fecha Publicación: 20/12/2004
Diario: Río Negro
“Todos hemos podido observar la lucha entablada en la Universidad Nacional del Comahue. En ella un sector trataba de acercar la universidad a la vida real, en la que las leyes se discuten en el Congreso y una vez aprobadas se cumplen, mientras otro sector trataba de alejarla de la dura realidad. Para ello sostienen el ingreso irrestricto y sin esfuerzo y se niegan a cualquier evaluación posterior que certifique la calidad de los conocimientos impartidos por la universidad y los adquiridos por los nuevos profesionales.
“Mucho se puede discutir sobre si es justo o no que se tome un examen de ingreso, mientras no se establezca una verdadera coordinación entre los tres niveles de enseñanza que permita que cualquier chico pueda decidir libremente si concurre a la universidad luego del secundario o si prefiere insertarse en un puesto de trabajo. Lo real es que hoy un egresado de la escuela secundaria no está preparado para ingresar en la universidad ni está preparado para buscar un trabajo. Nuestro sistema educativo está absolutamente divorciado de la vida real, la que tendrá que transitar un ciudadano por el resto de su vida y fuera de las aulas.
“En una universidad americana, hace dos años, Bill Gates dictó una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobreprotectores con unos hijos muy consentidos que sienten que todo lo merecen), y expuso 11 reglas duras, pero necesarias:
“Regla Uno – La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
“Regla Dos – Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
“Regla Tres – No ganarás U$S 5.000 mensuales recién salido de la preparatoria y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.
“Regla Cuatro – Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe, ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
“Regla Cinco – Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
“Regla Seis – Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.
“Regla Siete – Antes de que nacieras tus padres no eran tan aburridos como ahora. Empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.
“Regla Ocho – En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
“Regla Nueve – La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
“Regla Diez – La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
“Regla Once – Sé amable con los ‘nerds’ (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
“Y yo le agregaría una más:
“Regla Doce – En la vida real las empresas que buscan profesionales no se detendrán a pensar si tus principios ideológicos están en contra de rendir un examen de ingreso. Tendrás que rendirlo si quieres un trabajo y competirás con otros profesionales y serás evaluado y calificado cada día si quieres conservar ese trabajo.
“Soy profesional egresado de la UNC y espero que quienes tomaron la decisión de encerrarla en un cubo irreal, donde todo es fácil, recapaciten y acepten que si queremos que nuestra Casa y nuestros títulos tengan prestigio debemos ser evaluados y contrastado con otras Casas de altos estudios. Sólo así tendremos una medida real de nuestros conocimientos y aptitudes, si no estamos muy lejos del mundo real”.