Hace unos días leía en un diario de la zona una nota que relataba un incidente ocurrido en un barrio de Neuquén.
Algunas familias se habían reunido a compartir un asado y en medio de la noche, producto de algunas diferencias mezclado con la ingesta de alcohol, habían protagonizado una pelea campal en medio de la calle.
A los pocos minutos aparecen tres móviles policiales dispuestos a detener la pelea pero, para sorpresa de los policías, inmediatamente todos los participantes que, hasta hacía pocos segundos se estaban matando entre ellos, se unen, forman un solo “equipo” y se enfrentan con la policía.
Eso me recordó un consejo que siempre nos daba mi madre: “nunca se metan en la pelea de un matrimonio porque, inexorablemente, terminarán peleados Uds. con los conyugues”.
Mas allá de lo tragicómico de situaciones de este tipo, creo que nuestros dirigentes deberían aprender de ellas. A todo nivel; partidario, provincial o nacional.
A nivel provincial hoy vemos como algunos Partidos de la oposición extienden sus diferencias con el gobierno de la Provincia y se ponen del lado de YPF, no por un convencimiento legítimo sino solo “porque si está en contra del MPN, entonces es mi amigo”.
A nivel nacional ocurre otro tanto con los fondos buitres. Hay una amplia mayoría de los Partidos Nacionales que se ponen del lado de los buitres solo porque es una forma de pegarle al gobierno nacional.
Me gustaría ver que nuestros dirigentes hicieran como los vecinos que se pelean entre ellos pero se abroquelan ante una amenaza externa. Me gustaría verlos a todos haciendo causa común en defensa de la Provincia o del País, sin que ello signifique que renuncian a sus diferencias internas; cuando cese la amenaza externa podrán seguir peleando.