Publicada el 22 de febrero de 2008
Diario Río Negro
Estimado intendente y vecino Martín Farizano.
Hoy he tenido la feliz idea de salir a caminar por el centro de nuestra ciudad. Hacía ya algún tiempo que no lo hacía y debo decir que he quedado realmente maravillado… observar ese color gris cemento expandirse hasta donde alcanza la visión y poder disfrutar del aroma a… a… ¿cemento?… ha sido una experiencia inolvidable.
Sé muy bien que hay muchos que intentan hacerlo fracasar, pero sé también que Ud. es fuerte y no permitirá de ninguna manera que nuestra ciudad vuelva a estar contaminada con ese verde espantoso del pasto o la vegetación, y que en contra de la idea absurda de algunos ecologistas de Greenpeace Ud. opondrá toda la fuerza de CementPis.
Sepa Ud., querido vecino, que no está solo en esta empresa… que CementPis lo acompaña y que la incomprensión de algunos que no ven más allá de sus macetas pronto dará paso al agradecimiento. Eso ocurrirá cuando sean capaces de ver las ventajas de su obra… y también los beneficios… hasta ahora nadie alcanza a ver que su genial obra es la única que ha traído igualdad entre los pobres de la periferia y los acaudalados del centro… al tapar cada mata de pasto con cemento Ud. está acumulando tanto calor en el día que hace que a la noche los acaudalados del centro no puedan dormir si no es con aire acondicionado, lo que provoca un mayor consumo de energía y, por lo tanto, mayor generación en las represas… más regalías para la provincia… aumento del calentamiento del planeta… lo que provoca mayores temperaturas que irán en directo beneficio… ¿de quién?… de los pobres… ¡claro! Ahora podrán ahorrar al no necesitar abrigo ni calefacción en el invierno… ya que el invierno no existirá… a decir verdad, tal vez tampoco exista el verano, ni el otoño… pero, bueno… Otro beneficio visible es que al eliminar la vegetación también se eliminan esos molestos bichitos con alas que contaminan el entorno con sus molestos trinos y chillidos que muchos llaman… ¿canto? ¿A quién le interesa ser despertado a la mañana por un jilguero o un canario o cualquiera de esos seres despreciables? ¡Para eso los japoneses inventaron el radio-despertador con Pancho Casado adentro…!
Sepa Ud. que tiene admiradores que alaban su obra y están maravillados de cómo entre su antecesor y Ud. han logrado que Neuquén deje de ser un pueblo casi verde y lo han transformado en una ciudad moderna, cosmopolita, de grandes edificios,… ¿gris?… bueno… ese es un detalle… ¿quién se fija en los colores? Y en cuanto a la incomprensión de muchos, no dude en apoyarse en nuestra CementPis… no olvide que nuestra mitológica heroína María Julia también fue una incomprendida y en amargo llanto se quejaba diciendo… ¡¿Y yo que culpa tengo de que esos estúpidos zorros usen los tapados que a mí me gustan?!