Reunión de Gobernadores convocados por
el Gobierno nacional
31 de mayo 1973
Discurso del Gobernador del Neuquén
Excmo. señor Presidente de la nación doctor Héctor Cámpora
Excmo. señor Vicepresidente
Señores Ministros
Compañeros Gobernadores:
Cumplo en exponer la problemática de mi provincia y sus dificultades más apremiantes, así como proponer las posibles soluciones que requieren el apoyo del gobierno nacional.
La nación se apresta a encarar la etapa definitiva de su liberación y pleno desarrollo, objetivo compartido por todo el pueblo argentino y del cual no podrán estar ausentes las provincias integrantes de un interior permanentemente postergado.
La Patagonia, que en general constituye una alejada y misteriosa región, es una tercera parte del territorio nacional, que es necesario integrar en una Argentina grande. Una justiciera reinversión de las riquezas extraídas y que se extraen de la Patagonia (petróleo, gas, carbón, hidroelectricidad, etc.), volcándolas a establecer una necesaria infraestructura de caminos, puertos, aeropuertos, redes de electricidad, contribuiría a su desarrollo socio-económico y sería un acto de justicia.
Dentro de este panorama, el área norte de mi provincia es motivo de especial preocupación por la magnitud y extensión de sus problemas: hace un año, un violento temporal de agua y nieve, que persistió durante 60 días, destruyó la ruta nacional 40 en más de 200 kilómetros y todos los caminos de la zona. Puentes, comunicaciones, aeropuertos, viviendas, chacras, animales, fueron arrasados, perdiéndose el esfuerzo y trabajo de muchos años. La reconstrucción de esta zona supera en mucho las posibilidades provinciales y ha sido encarada en un plan de tres años, a costa de un grave endeudamiento financiero, justificado, porque servicios esenciales como viviendas, caminos, escuelas, protección sanitaria, debían ser urgentemente rehabilitados para evitar el éxodo de sus pobladores. Solicito para esta castigada zona, se considere muy especialmente la pavimentación de la ruta nacional 40, desde los límites con Mendoza hasta Zapala. Porque, además de solucionar la incomunicación de esta zona, la pavimentación de este tramo completaría la ruta dorsal cordillerana que vincula la Patagonia con el noroeste del país.
Parques nacionales ocupa con sentido restrictivo y feudal una octava parte de mi provincia, impidiendo la construcción de caminos y la radicación de pobladores tan necesarios en una frontera prácticamente desguarnecida. Tampoco pueden realizarse planes de forestación, explotaciones mineras, etc. Y ni siquiera las tan fundamentales actividades para el desarrollo turístico.
El despojo de nuestra riqueza hídrica se concretó bajo el engañoso lema de «El Chocón para la Patagonia». En estos momentos, ya a nadie le quedan dudas de que la energía del Chocón irá a cubrir el déficit energético del gran Buenos Aires. Para ello se previeron y están construidas las dos líneas de alta tensión hacia la Capital Federal con un costo similar al de la obra civil. Para Neuquén, para la Patagonia, no hubo ni hay ninguna línea de alta tensión prevista, como tampoco una planificación de desarrollo de la región del Comahue que, aprovechando esta energía, fomente la industrialización en el lugar de sus ingentes riquezas mineras, gasíferas, agrícolas y petroleras. Solicito al señor Presidente rever esta política y disponga la creación de un ente o corporación de desarrollo y fomento para la Patagonia.
Por último señalo dos preocupaciones que creo que son comunes a otras provincias. Una de ellas es que el fondo de desarrollo regional, que afecta fondos de coparticipación federal, sea distribuido en función inversa al grado de desarrollo relativo de cada provincia. La otra es que las regalías petroleras y gasíferas sean liquidadas respetando el valor real y actual del petróleo y del gas. Solicito que en el futuro se consulte a las provincias petroleras para fijar en conjunto con la nación el valor del metro cúbico de petróleo y de gas como así la mecánica de su liquidación.
Las posibilidades del Neuquén son extraordinarias, pero la movilización de sus riquezas está impedida por la centralización poblacional, industrial y financiera de la Pampa Húmeda. Llamamos por un auténtico federalismo. Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires.
Muchas gracias.
Nota:
Cuando le tocó el tumo de exponer al Gobernador de Neuquén, se retiró del estrado el señor Presidente de la nación y regresó después de la exposición, tal vez haciendo honor a las expresiones que vertió en Neuquén en la campaña electoral, de que no atendería a Felipe Sapag.