La satisfacción por la obra realizada
Si no se hizo más es porque no se pudo, no por falta de esfuerzo
El diputado nacional (mandato cumplido) Reinaldo Pastor Gutiérrez en una nota dirigida a un matutino regional, refuta los conceptos vertidos por Gadano sobre la gestión del Movimiento Popular Neuquino en estos años en la provincia del Neuquén. El legislador nacional recuerda conceptos del presidente Alfonsín:
He leído el artículo periodístico del que es autor el doctor Jorge Gadano -responsable de Río Negro en la región- que aparece en la edición del 30 de agosto del presente año, página 8, y he quedado francamente sorprendido por cuanto el autor de la nota ha sido testigo de la transformación y crecimiento de esta provincia, a partir de octubre de 1963 en que asume Felipe Sapag, luego del triunfo del MPN, y cuando sólo contaba con una población a nivel provincial de cien mil habitantes, carentes de servicios y donde el desierto y la incomunicación eran el perfil que caracterizaba a todo su territorio, sin escuelas, sin servicios asistenciales, sin fuentes de trabajo y un interior carente de toda posibilidad, en que la carreta tirada por bueyes era un medio casi exclusivo de transporte. El Alto Valle, en cambio, en esa fecha, podía exhibir a través de una obra hidráulica nacional, modelo en su género, una actividad frutícola en creciente prosperidad, con dos importantes centros urbanos, Cipolletti y General Roca, frente a un Neuquén de escasas manzanas edificadas y dispersas y una sola cuadra comercial. Así estaba conformada esta provincia cuando el MPN la recibe para gobernar y a través de las distintas etapas, no más de tres años en cada oportunidad, Felipe Sapag fue diseñando una provincia, en que es cierto que se privilegió al hombre como elemento prioritario y trascendente, pero también es cierto, que nuestro gobierno fue sentando las bases para un crecimiento de la economía. Así nacieron estudios y proyectos como La Picasa, fábrica de cemento en Zapala, Destilería Plaza Huincul, plan ganadero, aprovechamiento de valles y cuencas hídricas para la producción agrícola, apoyo y gestión frente a Agua y Energía de la Nación para cupos de aguas y empadronamiento de 7 mil hectáreas en Añelo, 8 mil hectáreas en Arroyito y Senillosa. Con la participación de nuestro banco provincial se impulsa la colonia El Chañar, emporio frutícola actual, parques industriales en Zapala, Cutral Có y ciudad de Neuquén, donde la producción para la exportación, pisos y revestimientos cerámicos, produce divisas al país. La actividad forestal maderera cubre todo el sector cordillerano y parte de lo que fue el desierto de Añelo, transformando una región empobrecida en un nuevo paisaje de vida y actividad económica. CORFONE, empresa mixta del Estado, es única en el país, creación de nuestro gobierno con 10.000 hectáreas forestadas. COMANESA, con capital privado de Neuquén, se dispone a retornar a la actividad que en otra época caracterizó a Junín y San Martín de los Andes.
El crecimiento de la actividad turística, con un aeropuerto internacional, líneas aéreas de la provincia, con sus modernas máquinas, surcan las líneas interprovinciales y por último es obra exclusiva del Movimiento Popular Neuquino la Universidad del Neuquén, concebida con criterio regional, hoy Universidad del Comahue; la Escuela forestal en San Martín, casi única en el país -sólo existen facultades en Santiago del Estero y ciudad de La Plata-.
Todas estas realizaciones no nacieron de ese mito, como lo atribuye el periodista, nacieron de la fuerza, del ingenio, de la fe y de una ideología del esfuerzo y del crecimiento, de los sueños que acunaron desde el gobierno aquellos hombres, unidos a Felipe Sapag, por una comunión de ideales y a los que se unieron a lo largo de estos años, técnicos, profesionales, docentes, hombres comunes que supieron dar de sí todo cuanto eran capaces, porque tenían como figura señera a un hombre con perfiles de estadista de los que se cuentan pocos en nuestros días y al que en la mayoría de sus mandatos le tocó gobernar como adversario partidario de quienes gobernaron la nación.
Debo recordar en otro orden de cosas y ante la preocupación del doctor Gadano, que el delito y el delincuente nacieron con la sociedad misma y ya por el 1886 preocupaban a Lambroso, Ferrari, Garofalo, Montesquieu y los grandes penalistas de aquella época. Hasta en nuestros días también es preocupación del gobierno y del partido, pero hablar de inseguridad es una exageración. No conozco que el autor de la nota haya solicitado custodia para garantir su seguridad personal. Los hechos delictuosos aventajan siempre el accionar policial y según sus características, las condiciones personales, mayor o menor capacidad para delinquir, definen luego la posibilidad de la investigación. Algún crimen o delito impune aun con autores desconocidos, muy escasos en su número aunque lamentables, sí, pero querer vincularlos o darle connotación política es una suspicacia. Considero que ni el cuadro de la delincuencia, ni el cuadro socioeconómico que en el artículo se describe está dentro de un contexto de análisis serio ya que pretende una situación de miseria en esta ciudad de Neuquén que está por encima del que presentan otras regiones del país y de los que pueden dar testimonios propios y extraños. Como dirigente del partido gobernante, me siento tocado. La prensa debe estar al servicio de la sociedad y para servirla debe ser objetiva y veraz. El comentario del doctor Gadano está impregnado de parcialidad y veladas intenciones lo que le impide visualizar que el Neuquén, desde aquellos cien mil habitantes, está actualmente en el orden de los trescientos mil, creció tres veces más, ¿qué Estado argentino puede exhibir tamaño crecimiento? y si no ¿cuáles fueron las razones de esta creciente migración interna y cuáles las razones para que cinco familias diarias lleguen a nuestra provincia para radicarse?. No será seguramente por la secuela de plagas o lamentada inseguridad que su escrito pregona. Para finalizar me remito a las expresiones del doctor Raúl Alfonsín: «A usted don Felipe le queda la satisfacción de la obra realizada, si no se hizo más es porque no se pudo, no porque no se haya hecho el esfuerzo para ello.”
El Diario, 3 de septiembre de 1987.